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ETNIAS EN SONORA

  • Foto del escritor: arlenesotorojas199
    arlenesotorojas199
  • 25 oct 2015
  • 6 Min. de lectura

Yaquis​:

Es sin duda la etnia más representativa de Sonora; se estima existe una población de 33, 000 Yaquis que se distribuyen en ocho pueblos con sus propios gobernadores.

Para los integrantes de la etnia es de suma importancia preservar su lengua, sus tradiciones y su arraigo a la tierra. La historia de los yaquis está cubierta con actos de heroica resistencia por la defensa de su territorio y su cultura.

Los yaquis se identifican a sí mismos y a los mayos como yoremes, palabra que significa hombre o persona. La noción de yoris, hombres blancos, los distingue, a su vez, de los demás grupos indígenas.

Forman parte del dialecto cahita que se compone de tres lenguas: mayo, yaqui y tehueco, éste último desaparecido. El cahita pertenece al grupo lingüístico yuto-azteca.

El grupo yaqui ocupaba, tradicionalmente, una larga franja costera y de valle al sureste del actual estado de Sonora, que abarcaba desde la ribera sur del río Yaqui hasta el cerro Tetakawi, al norte de la actual ciudad de Guaymas. El conjunto del territorio comprende tres zonas diferenciadas: el área serrana del Bacatete; una zona costera, que abarca los poblados vecinos de Guásimas y Bahía de Lobos; y el valle, en donde se localizan las tierras irrigadas.

La principal actividad artesanal es la manufactura de la parafernalia ceremonial, sin fines comerciales. Los danzantes hacen máscaras talladas en madera, collares de conchas y piedras marinas y cinturones con pezuñas de venado. Los músicos fabrican sus tambores y flautas. Algunas familias manufacturan petates, canastas y coronas de carrizo; platos y tazas de barro que utilizan para las fiestas y después destruyen. También confeccionan faldillas, blusas, manteles, servilletas y mantos. El único producto artesanal que se comercializa son las muñecas de trapo, que hacen las mujeres.

Los yaquis poseen un alto sentido de religiosidad que está presente en gran parte de sus actividades. Con una cultura ancestral enriquecida con ritos y tradiciones en las que sobresale la Danza del Venado, ejecución simbólica de la caza de este animal y cuya riqueza estética ha despertado interés en todo el mundo.

Llamada en lengua yaqui maaso yiihua, describe la vida y muerte del animal sagrado de los yaqui. El danzante narra momentos del ciclo vital del venado con una mímica libre que representa las actitudes de sorpresa, alerta, atisbo, venteo del venado ante la naturaleza que lo rodea y su contacto con las criaturas con las que establece contacto, representadas por las figuras de los pascola (que pueden representar un pájaro, una serpiente, una flor, un coyote, el agua). Tanto los pascola como el maaso se despojan de su personalidad durante el baile para adoptar la del animal, la planta o del ser que introducen en la danza. Por lo general son 4 pascola y bailan de uno en uno, danzando primero el último en jerarquía, el llamado “el lobito” que representa animales menos estimados en la valoración del yaqui: burro, perro, zorro, etc., después bailan los otros dos pascola y por último el pascola yoowe (anciano) o jefe del grupo.

El ciclo ritual yaqui sigue por lo general el calendario litúrgico católico, pero distingue claramente dos periodos, el primero sacrificial, en Cuaresma y el resto del año todos los ritos de paso que están prohibidos en esa fecha. Los rituales tienen carácter de marcadores estacionales, que señalan las distintas etapas del ciclo agrícola.

Los funerales son especiales porque ellos consideran al alma inmortal y celebran con danzas, banquetes y música. Su patrona es ​la Virgen del Camino.

Guarijíos

Los Guarijíos nacieron como enlace entre los Tarahumaras con los Cahíta.

La evangelización de los Guarijíos inició en 1620 por misioneros Jesuitas.

Según datos históricos, en 1632 las tribus de los Chinipas, Guarijíos y Guazaparis se revelaron por el gran descontento con el trabajo de los misioneros y otros colonizadores españoles, principalmente por la fuerte represión hacía los indígenas y sus creencias.

Los Guarijíos se dividieron en dos grupos que hasta la fecha se conservan: Los Guarijíos de Chihuahua, lingüísticamente más emparentados con la lengua Tarahumara, y los de Sonora, con mayor dependencia de la vertiente del Cahíta, representada por los Yoreme Mayo.

La desintegración del gran grupo Guarijío se debe en gran parte a que el desarrollo de la ciudad de Álamos y los grupos de poder que le dieron forma, anularon la presencia de la etnia en el pueblo de la siguiente manera:

  • Les negaron habitar su territorio original, se les aisló y no se les integró al gran proceso de mestizaje, que dio como resultado la desaparición de muchos grupos.

  • Al no reconocerles una identidad precisa se creó un espacio que les permitió mantener su sentido de grupo, identidad cultural que los mantiene unidos.

En la historia reciente de los Guarijío : Confluyen tres grandes elementos fundamentales en la transformación de este grupo : La recuperación de su territorio – su identidad y el inicio de procesos que a la fecha abren nuevas alternativas para su desarrollo colectivo.

Cronología reciente de la tribu Guarijía : 1973 : Penetra en la zona Guarijía un grupo de guerrilleros de la liga comunista 23 de septiembre, los guerrilleros conviven con los Guarijíos hasta 1975, año en que el ejército federal mata a los guerrilleros. Mientras tanto los Yoris (blancos) amenazan a sus trabajadores.

1974 : Muchos trabajadores Guarijíos son despedidos por sus patrones y se van a trabajar al valle, otros son encarcelados y torturados en las cárceles de los municipios de Alamos y Navojoa.

1975 : El gobierno mexicano conoce la existencia de la tribu Guarijío por medio de una denuncia que presenta el canadiense Edmundo Faubert, quien comercializaba artesanía Guarijío.

1976 : Se crea el ejido Guajaray ubicado dentro de la zona Guarijía ; la creación de este ejido abre expectativas entre los Guarijíos para obtener sus tierras.

1977-1982 : Durante todo este período se realizan los trámites, gestiones y negociaciones para comprar la tierra a particulares, entregar provisionalmente los predios a los Guarijíos y se emite la resolución presidencial de la dotac​ión de los ejidos Guarijíos – Burapaco.

Kikapú

Los actuales asentamientos kikapú son el resultado de un arduo peregrinaje desde la región de los grandes lagos de Michigan y de Eire, en Norteamérica, hasta el norte de México.

Actualmente, los kikapú viven en reservaciones en Kansas y Oklahoma, Estados Unidos, y en las comunidades de El Nacimiento, Coahuila y en Tamichopa, municipio de Bacerac, en la zona serrana de Sonora. Durante la década de 1980, algunos habitantes de Tamichopa llevaron a cabo una campaña entre los kikapú desperdigados, para una refundación del pueblo. La comunidad actual es de alrededor de 80 personas.

La lengua kikapú forma parte de la familia lingüística norteamericana algonkiniana. El grupo de Sonora no practica su lengua ancestral, ya que ésta fue destituida por el castellano; su último hablante murió en 1996.

Poseen dos tipos de vivienda: casas indias y casas mexicanas. La vivienda india tiene dos variantes, casa de invierno: elíptica, con una estructura de troncos delgados cubiertos de tule, con el fuego sagrado en el centro. Aquí es donde se ofrecen los sacrificios a su divinidad (Kitzihaiata) y se reciben a los nuevos miembros de la tribu. Y casa de verano: rectangular, con paredes de carrizo y techo elíptico de tule. En el interior se encuentran varias camas sostenidas por troncos, y al centro el fuego sagrado. La vivienda mexicana es de concreto y lozas, con los servicios eléctricos e hidráulicos de la vida moderna.

Actualmente su artesanía consiste en la fabricación de tehuas o mocasines con piel de venado curtida y que es bordada con chaquira.

Dentro de su religión ​ser buen kikapú significa cumplir siempre con los ritos de cacería, purificación, año nuevo, fuegos sagrados y bautizos por medio de oraciones, sacrificios y ayunos. Las celebraciones van siempre acompañadas de carne de venado. El fuego constantemente encendido en el centro de la casa recuerda la oración constante a Kitzihaiata, quien escogió a los kikapúes para poblar la tierra.

El grupo kikapú en Sonora, se encuentra en un inminente peligro de pérdida de su identidad como grupo indígena. Las celebraciones y ritos tradicionales se han perdido, han asumido la religión católica y celebran alguna fiesta de sus Santos, o participan en las fiestas que se celebran en los municipios cercanos.

 
 
 

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